Cabezales de ducha de plástico están diseñados con varias características que los hacen eficaces para resistir la acumulación de incrustaciones de agua, también conocidas como cal.
El plástico, particularmente los plásticos de ingeniería de alta calidad como el ABS, es resistente a la corrosión y al ataque químico, lo que lo hace menos susceptible a los depósitos minerales que forman incrustaciones de agua. A diferencia de los cabezales de ducha de metal, los materiales plásticos no reaccionan con los minerales del agua para formar incrustaciones.
Los cabezales de ducha de plástico modernos suelen incorporar boquillas de goma o silicona, que son más fáciles de limpiar y menos propensas a la acumulación de sarro en comparación con las boquillas de metal. Estos materiales se pueden limpiar con un paño o quitar fácilmente para remojarlos en una solución de vinagre para disolver cualquier sarro acumulado.
El diseño de los cabezales de ducha de plástico a menudo incluye características que promueven una distribución uniforme del agua y reducen el estancamiento, lo que puede ayudar a prevenir la formación de incrustaciones. Las superficies internas lisas también minimizan las áreas donde los minerales pueden acumularse y acumularse.
El mantenimiento regular, como remojar periódicamente en una solución de vinagre o usar un producto desincrustante diseñado específicamente para cabezales de ducha, puede extender aún más la resistencia a la acumulación de sarro. Esto es particularmente importante en áreas con agua dura, donde minerales como el calcio y el magnesio son más frecuentes.
Los cabezales de ducha de plástico, debido a las propiedades de sus materiales, características de diseño y facilidad de mantenimiento, son eficaces para resistir la acumulación de incrustaciones de agua. Sin embargo, la limpieza y el mantenimiento regulares siguen siendo importantes para mantener un rendimiento óptimo y evitar cualquier acumulación con el tiempo.